viernes, 2 de octubre de 2015

BESOS DE MURCIÉLAGO. Silvia Hervás. RESEÑA Y FRASES.-LOS LIBROS DE SARA.

Datos del libro:


Título: Besos de Murciélago 

Autora: Silvia Hervás

Editorial: Montena

Premio: Finalista Premio Ellas Juvenil Romántica

Nº Páginas: 239

ISBN: 9788415580096




Sipnosis:

James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto. Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kelsey con sus comentarios impertinentes.

A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kelsey, la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando. Hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de Kelsey, James la besará con la excusa del muérdago navideño. 



Opinión personal:

Llegan las vacaciones de navidad, pero este año un inglés va a pasar en su casa 1 mes. El chico resulta ser una persona tiquismiquis y borde, y ella se ve pasando las peores navidades del mundo. Pero el roce hace el cariño. Y detrás de las veces que se están intentando matar el uno al otro empieza a surgir algo.

Pero Kesley no es la única que lo pasa mal. James vive una experiencia totalmente nueva para él, con gente totalmente diferente entre su pequeña burbuja de riqueza. Kesley le saca de quicio junto a su hermano, al que llama mendigo, y a ella basurera por su forma despreocupada de vestir. 

¿Conseguirán superar sus diferencias?


Tengo sentimientos contradictorios sobre este libro. Me parece un libro bueno, dentro de lo que cabe. Pero me saca de quicio y no me acaba de gustar la forma narrativa de la escritora.

Kesley un personaje que me ha gustado. Tiene respuesta para todo los comentarios malos de James y paciencia para aguantarlo. Solo por eso necesita una corona, porque yo, no habría sido capaz de aguantar los comentarios fuera de lugar de este inglés tan maniático. 

James, nuestro inglés maniático. No se que pensar de él. Me ponía realmente de mala leche que le llamase a KEsley y su hermano basurera y mendigo respectivamente. Pero le entiendo. Un chico que se ha criado prácticamente con el servicio. Sabiendo la existencia de los reyes magos desde el momento uno. Con manías realmente raras, y sin padres. Me gusta mucho el final del libro, solo por ello merece la pena tragarse todo el libro a pesar de que no sea muy bueno, (A mi gusto). 

Marcus, el hermano de Kesley: ¡ME HA ENCANTADO! Para mi el mejor personaje. El chico es raro. Tiene rastras, no estudia, y fuma y bebe. Bueno...Raro no. Pero no seria el típico personaje que yo amaría normalmente. Me ha enamorado su forma de ser, el perdonar, y querer. Con tanto sentimientos y la gracia que le da a la historia aparte de las charlas entre Kesley y James.

En la historia vemos continuamente a dos personalidades de James. El asqueroso y repulsivo con manías realmente raras. Y a un JAmes que esta descubriendo un mundo opuesto para él. Donde vemos como puede estar de chulo y al minuto como si fuese un niño pequeño. Un niño grande que no ha tenido infancia.

En los momentos que vemos al JAmes, que más nos gusta, (El pequeño y asustadizo James), Kesley se ablanda. Los comentarios fuera de tono, y las borderias entre los dos siguen ahí pero con un poco de tacto y cariño.


Un final precioso para una historia tan bipolar y hermosa. Con distintos modos de verla y diferentes personalidades entre nuestros protagonistas, y un mundo nuevo donde hay que ponerse en la piel de nuestro James. 




Frases:

—Vamos a estar juntos —le susurró al oído. Kelsey se calmó poco a poco, con el rostro escondido en su pecho—. No importa la distancia; así, cuando nos veamos, tendremos más ganas de intentar matarnos el uno al otro —Sonrió al oír que ella empezaba a reír—, seguro que todo saldrá bien.” 

[…] Lentamente, casi con miedo, acercó su mano hacia la de ella, rozó sus dedos, notó el tacto frío y finalmente supo que a esas alturas poco o nada podría negarle a Kelsey. Porque era lo más diferente a él y al mismo tiempo lo más cercano y bonito que jamás había tenido.” 

— Kelsey, ¿entiendes que… te quiero?

Más y más silencio. Ambos en un mundo paralelo, lejos de todos los demás. Kelsey tragó saliva despacio y advirtió que estaba a punto de llorar.
— Sí.
— Entonces lo entiendes todo —concluyó James.” 


—¿No te da asco? —preguntó ella.
—Un poquito. —Él le sonrió—. Pero después de mis propios mocos, los tuyos son los que menos asco me dan del mundo.” 

James se debatió entonces entre seguir su instinto de supervivencia y huir
de allí o lograr que una ilusión de Kelsey se cumpliese. Lentamente, casi con
miedo, acercó su mano hacia la de ella, rozó sus dedos, notó el tacto frío y
finalmente supo que a esas alturas poco o nada podría negarle a Kelsey. Porque
era lo más diferente a él y al mismo tiempo lo más cercano y bonito que jamás
había tenido.

James se disponía a contestar el último comentario de Kelsey cuando oyó
un extraño ruido en la cuneta. Se giró sobresaltado. 
—¿Qué ha sido eso? —preguntó señalando la maleza.
—¿Un oso, un lobo, un tigre…? —Kelsey sonrió con ganas—. ¿Qué pasa, 
tienes miedo?
James le dirigió una mirada sombría.
—Tranquila, después de haberos conocido a ti y al resto de tu familia ya no tengo capacidad para temer nada más —dijo—. Con el día de hoy ha sido más que suficiente.

—El tío James es un gruñón —le explicó Kelsey al perro después de que
este le diese un húmedo lametón—. Se hace el duro, pero después de un par de
días contigo ya verás cómo acaba rendido a tus pies… 
El perro ladró feliz, como si comprendiese las palabras de Kelsey mientras
movía frenéticamente el rabo. James dio varios pasos hacia atrás.
—¿Cómo que un par de días? —preguntó, acalorado por la cantidad de
emociones negativas que se agolpaban en su interior. 
Kelsey le miró confundida.
—¡Hombre, no lleva collar, parece que no tiene dueño! Y está solito… 
—Dedicó un puchero al animal mientras le daba mimos. El perro gimoteó
agradecido. Después Kelsey le dirigió una desagradable mirada a James—.
Además, si te hemos recogido a ti, ¿cómo no vamos a acoger a este perro, que
es más adorable y simpático que tú? 
El animal le lamió de nuevo la mejilla derecha. James miró asqueado la
feliz escena. 
—¿Acabas de compararme con un perro?” 

—Pero ¿qué…? ¡Ah, quita, chucho, quita! ¡Hijo de putifer!
James dio un paso a atrás. Sollozó. Aquello era demasiado. El perro acabó 
de hacer sus necesidades y se fue corriendo escaleras arriba.
—¡KELSEY, KELSEY!
Kelsey entró asustada en la cocina. Se esperaba lo peor.
—¿Qué te pasa ahora, borracho?
—¡ME HA MEADO! Tu asqueroso perro se ha meado en mi pierna. 
Kelsey no pudo evitar reír por lo bajo. Alzó una mano, despreocupada.
—Tranquilo, solo está marcando territorio. —Soltó una brusca carcajada y 
pestañeó en exceso—, ahora eres suyo, James, eres suyo.